Los Tigres no tenían interés alguno en firmar a Zack Greinke. Sin embargo, Detroit sí quería ver por cuánto firmaba el derecho como agente libre. También estaba atentos Aníbal Sánchez y Justin Verlander.
Ahora que Greinke tiene su pacto de seis años y US$147 millones, hay que ver el destino de los demás agentes libres. Con Sánchez visto por la mayoría de los expertos como el mejor lanzador que queda en el mercado, el venezolano se convierte en el próximo blanco de los equipos. Al mismo tiempo, llega a un punto decisivo el interés de los Tigres en retener al derecho.
Llegando a las Reuniones Invernales de la semana pasada, se pensaba que una firma de Greinke con los Dodgers les convendría a los Tigres, porque pondría al equipo de Los Angeles-el de más disposición de gastar dinero este invierno-fuera de la competencia por Sánchez. Los otros clubes no parecen tener el poder económico de los Dodgers ahora mismo.
Sin embargo, aun con Greinke en las filas de Los Angeles, no se puede presumir que los azules vayan a dejar de adquirir talento.
Además, los Rangers podrían hacer un intento bien serio de fichar a Sánchez, luego de perder la contienda por los servicios de Greinke. Texas necesita pitcheo abridor, mucho más que Los Angeles a esta altura. Hay otros equipos también que buscan más brazos.