Matt Chapman bateó ayer jueves un sencillo productor en la parte baja de la 11va entrada para dar al equipo de Estados Unidos una victoria por 2x1 sobre Cuba en un partido de exhibición internacional.
El juego fue el primero de una serie de cinco partidos entre Cuba y un equipo de estrellas universitarios estadounidenses, y el primer encuentro entre los dos países en suelo estadounidense desde 1996.
José Fernández igualó la pizarra 1-1 para Cuba con un sencillo productor con dos outs en la novena entrada. Pero Chapman respondió con una línea al jardín derecho con dos outs en el 11er episodio.
Los cubanos tuvieron dificultades a la ofensiva hasta la novena entrada, en contraste con su eficacia defensiva evidente desde el comienzo del partido.
Trea Turner abrió el capítulo con un batazo que rebotó en el guante al lanzador Vladimir García. Sin embargo, el torpedero cubano Bárbaro Arruebarruena recuperó la pelota a mano limpia y su lanzamiento puso out a Turner muy apenas en la inicial.
El receptor cubano Lázaro Herrera cometió dos errores en lanzamientos. Sin embargo, el segunda base Fernández y el tercera base Yulieski Gourriel controlaron con tranquilidad jugadas difíciles.
El jardinero central Dairon Varona también hizo gala en más de una ocasión de la potencia de su brazo.
El abridor del estado de Carolina del Norte, Carlos Rodon, sólo permitió un imparable y ponchó a cuatro en tres entradas un Tercio. Preston Morrison, de la universidad TCU, eliminó a cuatro rivales en tres entradas dos tercios. Rodon podría ser el primer jugador escogido durante el draft de las Grandes Ligas del año entrante.
Chapman, jugador de cuadro de la universidad Cal State-Fullerton, anotó la primera entrada para Estados Unidos tras un elevado de sacrificio de Turner.
El partido internacional se fue a extra innings. Cada equipo comenzó sus capítulos con corredores en primera y segunda.
Estados Unidos impidió anotar a Cuba en la 10ma entrada; el receptor Grayson Greiner puso out con un lanzamiento a Ariel Sánchez en la intermedia tras una ejecución descontrolada del lanzador estadounidense.
Una fanaticada impresionante de casi 5.000 aficionados asistió al partido de ayer jueves por la noche.